COCINA CONMIGO

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Las tortas de Alcázar son unos bizcochos planos, con forma redonda, cubiertos de una capa de glasa. Son un dulce tan humilde como exquisito, que se hornea adherido a un papel, y en el que contrasta la textura esponjosa y jugosa de la masa, con la crujiente costra de azúcar que la cubre. Se utilizan como base de la bizcochada manchega, otro dulce tradicional de la cocina de La Mancha.




De origen religioso, estas tortas surgieron en el siglo XVI en el convento de Santa Clara, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Al parecer, las monjas, procedentes de un convento franciscano de la ciudad de Toledo, hacían unos bizcochos llamados de 'La Concepción', que evolucionaron hasta convertirse en estas tortas.

Las clarisas cocinaron estas tortas en su convento alcazareño hasta 1868, cuando se marcharon de la localidad. Antes de irse, decidieron dejar su receta de tortas de Alcázar al pueblo y varios obradores y pastelerías han mantenido la tradición desde entonces. Dicen en la localidad que la reina Isabel II probó estas tortas en 1854, cuando visitó Alcázar para inaugurar la linea de ferrocarril Madrid-Alicante, y que, desde entonces, no han faltado en la despensa de la familia real española.
Ingredientes (para 4 tortas grandes u 8 pequeñas):
-Para las tortas:
4 huevos L
100 gramos de azúcar
50 gramos de harina
50 gramos de maicena
Unas gotas de zumo de limón
Una pizca de sal
-Para el glaseado:
160 gramos de azúcar glacé
2-3 cucharadas de agua

Elaboración:
Separa las yemas de las claras. Reserva las claras. Bate las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y aumenten de volumen. Tamiza sobre esta preparación la harina y la maicena y, con una espátula, integra.
Monta las claras a punto de nieve. Con una pizca de sal y unas gotas de limón lograremos que se conserve mejor y que monten bien firmes. Añade en 2-3 veces a la mezcla de las yemas, integrando con movimientos envolventes para que no se bajen las claras.
Prepara una bandeja de horno con cuadrados de papel vegetal. Echa la masa en una manga con boquilla redonda amplia y haz cada torta haciendo una espiral de dentro hacia afuera. Deja 2-3 cm libres alrededor porque se expande un poco. Hornea a media altura, en el horno precalentado a 175 grados, durante unos 8-10 minutos. Vigila porque no deben tostarse, sólo coger un tono amarillento. Cuando estén listas, saca, retira de la bandeja (manteniendo el papel) y deja enfriar sobre una rejilla.
Mezcla el azúcar con 1 cucharada de agua y añade de media en media cucharada más, hasta obtener una textura pastosa (si queda demasiado líquida, no se mantendrá dentro de la torta). Cuando las tortas estén bien frías, glasea.
Deja al aire durante 2-3 horas para que la glasa se seque y las tortas de Alcázar estarán listas para comer.